Las brutales condiciones que Luis Enrique pide al Arsenal para entrenarlo

Las brutales condiciones que Luis Enrique pide al Arsenal para entrenarlo

Si el Arsenal las acepta será entrenador desde el próximo mes de Enero

Las cosas en el Arsenal no están funcionando desde la salida de su hombre emblema, ese entrenador que durante más de dos décadas dirigió al equipo de la capital inglesa practicando un fútbol vistoso y que además llevó títulos (más en su primera mitad que en la segunda) a las vitrinas de Wembley, ahora del Emirates Stadium.

Después de un periodo tan largo como fue el de Wenger al frente de un equipo de elite, algo por otra parte, bastante inusual en el fútbol moderno, donde los proyectos no suelen aguantar demasiados traspiés, era previsible que la era postWenger fuese dura en sus inicios y que habría que dar un tiempo a su relevo para adaptarse al club centenarioUnai Emery está disponiendo de ese tiempo, pues está en su segunda temporada, aunque puede que no le quede demasiado al frente del equipo gunner.

La directiva, encabezada por su director deportivo, Raúl Sanllehí, parece decidida a contratar a Luis Enrique para tomar las riendas del equipo a partir del mes de enero y ya conocen las peticiones del asturiano para aceptar el proyecto: 227 millones de euros para renovar una plantilla que no convence al míster y de la que tan solo concede el estatus de no transferible a sus dos delanteros: Alexandre Lacazette y Emerick Aubameyang. Además Luis Enrique querría contar en su equipo con el mediocentro belga Radja Nainggolan, jugador al que ya entrenó en su etapa como entrenador de la Roma. Seguro que por querer querría contar con Leo Messi en sus filas, pero los sueños sueños son...

Por si todo esto fuese poco, Luis Enrique les ha comunicado que su sueldo debería ser de 10,2 millones de euros (el mismo que tenía Arsene Wenger tras 22 años entrenando al club), lo que le convertiría en uno de los técnicos mejor pagados de Europa. 

El Arsenal está estudiando la propuesta realizada por Luis Enrique y su director deportivo decidirá en las próximas semanas si apuesta por él o busca un plan C para sustituir a su, parece que por poco tiempo, plan A. El tiempo de Unai se agota, él lo sabe y tiene entre ceja y ceja revertir la situación porque sabe que tras su paso por el PSG sin grandes éxitos, un nuevo proyecto en el que no triunfase le haría perder cotización de cara a futuras contrataciones. Unai trabaja duro para evitar tener que decir su ya mítico “Gud Ivining” por última vez.