James Rodríguez hace un tremendo favor al Real Madrid de esta manera
Desde la distancia, echa una mano
James Rodríguez puede echar una mano al Real Madrid y a Florentino Pérez desde la distancia. Y también, a Carlo Ancelotti, al que considera su padre futbolístico, y con el que tiene una gran relación, a pesar de sentirse algo traicionado. Porque, como ya hemos dicho en reiteradas ocasiones, se fue al Everton el pasado verano única y exclusivamente porque él era el entrenador. Y apenas un año ha tardado en dejarle tirado, y solo, en un equipo donde ni siquiera es feliz.
Un gesto que el cafetero no olvida, pero que sí perdona y comprende, pues la oportunidad de regresar al cuadro blanco no se te presenta muchas veces. Pero, volviendo a la noticia de hoy, el ex de Bayern de Múnich, Oporto, Banfield o AS Mónaco ha hecho un gran favor al que también fuera su club durante mucho tiempo, y con el que conquistó varias Champions League. ¿Cómo? Pues muy fácil, rechazando una oferta.
Y es que se había hablado muy seriamente de la posibilidad de que aterrizara en el AC Milan, una opción que había cobrado fuerza con el paso del tiempo. Allí le ofrecían la oportunidad de volver a competir en la Copa de Europa, y un proyecto que tiene, como objetivo a medio plazo, reinar de nuevo en la Serie A. Esa sería la última de las cinco grandes ligas que le queda por conocer al mediapunta de 30 años, que, sin embargo, ha dicho ‘no’.
No le convence la oferta económica, y pide mucho más. Para colmo, desde Goodison Park no parecen tener la intención de negociar su fuga, o al menos, a un precio razonable. Y, por ese motivo, en San Siro, donde buscan a la desesperada un recambio para Hakan Çalhanoglu, que se ha ido al Inter, el eterno rival, ahora le han echado el ojo a Isco Alarcón. Una gran noticia en el Santiago Bernabéu, pues se quieren desprender del andaluz lo antes posible.
Ancelotti ha quedado francamente decepcionado con el ‘22’, y le ha comunicado personalmente que no cuenta con él. Los italianos podrían pagar unos 18 millones de euros.
Parece suficiente para que le abran las puertas.