Ancelotti lo caló sólo llegar y Xabi Alonso es advertido por jugadores del vestuario de que es un problema
Ancelotti detectó el problema desde el principio: “Endrick es un foco de desorden”
Cuando Carlo Ancelotti aterrizó en Valdebebas, supo desde el inicio que su misión iba más allá de preparar tácticas: debía gestionar egos, promesas y jóvenes talentos. Uno de los más destacados desde su llegada fue Endrick, una joya brasileña que aterrizó con expectativas enormes. Pero pronto se convirtió también en una preocupación. El vestuario advirtió al entrenador: este chico genera conflicto por su actitud y falta de encaje profesional. Ancelotti captó ese mensaje y lo trasladó directo a la directiva, incluso al entorno de Xabi Alonso, quien ahora parte con esa advertencia sobre la mesa.
Endrick terminó la temporada acumulando apenas 51 minutos en los últimos tres meses y 15 partidos sin impacto significativo, lo que alimentó su frustración. Aunque prometía mucho, su desempeño individualista y su falta de implicación colectiva terminaron por desgastarlo. Ancelotti fue tajante: no lo veía parte del proyecto y pidió al club buscar una cesión si no revertía esa actitud. Sobre Xabi Alonso, ese mensaje fue claro: cuidado con Endrick, que puede desequilibrar al vestuario.
Xabi Alonso hereda una bomba con nombre: el aviso ya está lanzado
Ahora, con Xabi Alonso en el banquillo, el brasileño llega con esa etiqueta. Aunque no se cita directamente en fuentes públicas, entre bambalinas ya se percibe el mensaje del vestuario: “Endrick puede ser un problema si no cambia”. Ancelotti pidió a la directiva acelerar una solución si no encontraba opciones con él, pese a ser una apuesta de 60 millones del propio Florentino.

La decisión técnica ahora recae en Xabi, pero parte con ventaja psicológica: sabe qué hay quien dentro, considera necesario marcar posición con el joven y evitar un episodio tóxico. Endrick no cuenta con continuidad, no gana ritmo en partidos y tampoco tiene consistencia en entrenamientos. El mensaje es que la disciplina debe prevalecer sobre el talento, y que el vestuario ya avisó del riesgo.
Endrick ya es un aviso, no solo una promesa
Carlo Ancelotti no solo vio el talento en Endrick, sino también el posible problema que suponía un jugador desconectado. La advertencia al club y al futuro entrenador está clara: sin cambios, el brasileño puede ser más carga que refuerzo.

Xabi Alonso ha heredado ese guante, y debe decidir si opta por integrarlo o sacarlo lo antes posible. En el Real Madrid actual no basta con prometer: hay que rendir, encajar y comprometerse. Endrick ya no es solo un niño con gol; es una prueba logística y emocional del nuevo proyecto blanco.