Ensucia el Clásico, pelea previa entre bandos, Vinícius y Mbappé, no quiere que juegue
La fractura del vestuario del Madrid se aviva horas previas al decisivo encuentro ante el Barça

El vestuario del Real Madrid vive un clima beligerante desde hace muchos meses. Muestra de este ambiente es el pobre bagaje en títulos y juegos que ha conseguido hasta ahora el equipo de Ancelotti. La entrada de Mbappé en el club blanco no fue bien recibida por algunos jugadores, en especial Vinícius Júnior.
El internacional brasileño pasó de ser la estrella mediática de un equipo ganador de liga y Champions, a un actor secundario eclipsado por el internacional galo. Un año en el que Vini sufrió uno de sus grandes disgustos de su corta carrera futbolística: la no consecución del Balón de Oro. Y la irrupción de Kylian parecía ponerle las cosas aún más difíciles al brasileño. Ahora, a pocas horas de que arranque el Clásico, las pugnas entre bandos siguen latentes en el vestuario madridista. Y parece que no haya nadie que lo pueda apagar.
Vinícius no quiere que juegue Tchouaméni
Con Mendy y Camavinga lesionados, Vini ve al centrocampista francés como uno de los grandes aliados en el campo de Kylian Mbappé. El francés ya ha conseguido anular al clan brasileño con la suplencia de Rodrygo y el ostracismo de Endrick, que tiene pie y medio fuera del club por su vida extradeportiva. Y Vinícius se ve solo. Sin el apoyo de los capitanes, y con un Jude Bellingham que se decanta más del lado de Mbappé que de él.
Vini avivó el fuego nada más empezar la temporada y todo se le puede girar en su contra. Con la excusa de las carencias como central de Tchouaméni, Vinícius ha encontrado una cuartada perfecta para meter más leña al fuego. Y para pedir que el francés no da garantías defensivas para disputar el Clásico. Y eso no ha sentado nada bien al otro bando. La pirotecnia puede estallar por completo a tenor del resultado de esta tarde. Si hay fumata negra, Xabi Alonso tendrá un severo examen nada más coger las riendas del equipo.
Todo pende del Clásico
La sensación desde dentro del club es que si el Madrid no gana en Montjuic se desatará la ira entre jugadores. Con Bellingham y Rüdiger que casi llegan a las manos en un entrenamiento en Semana Santa, y un polvorín de vestuario hecho a añicos entre los dos clanes. Ancelotti ya no puede nadar entre dos aguas y hacer como si no pasara nada. El resultado ante el Barça puede dejar sentenciado al equipo para las tres jornadas de liga que restarán.