Es de lo mejor del Real Madrid, pero no jugará contra el Villarreal, Xabi Alonso lo manda al banquillo
La decisión de Xabi Alonso busca enviar un mensaje claro al vestuario y responde a cuestiones tácticas y de desgaste físico
La gestión de Xabi Alonso al frente del Real Madrid está dejando claro que nadie tiene el puesto asegurado, por más galones que tenga en el equipo. La última muestra de ello la protagoniza Eduardo Camavinga. El centrocampista francés, considerado por muchos como uno de los jugadores más regulares de la plantilla, no estará en el once titular frente al Villarreal. Su ausencia, inesperada, ha sorprendido tanto en el vestuario como entre la afición.
El técnico vasco no lo considera un castigo, pero sí una decisión estratégica que responde a dos factores: la necesidad de dar frescura al equipo y el deseo de que Camavinga recupere su mejor nivel tras una carga de partidos exigente.
Un motor incansable que necesita oxígeno
Camavinga ha sido, desde el inicio de la temporada, una pieza clave en el engranaje madridista. Su capacidad para abarcar metros, su intensidad en la presión y su polivalencia le convierten en un jugador imprescindible. Sin embargo, esa misma exigencia ha hecho que en los últimos encuentros se le haya visto menos brillante, con una ligera bajada de intensidad que no ha pasado desapercibida para el cuerpo técnico.

Alonso considera que darle un respiro no solo ayudará al francés a recuperar energías, sino que también permitirá dar minutos a otros jugadores que necesitan reivindicarse. La temporada es larga y el entrenador quiere tener a toda la plantilla activa y en condiciones de responder en momentos decisivos.
Mensaje al vestuario: nadie es intocable
Más allá del aspecto físico, la suplencia de Camavinga frente al Villarreal envía un mensaje claro: el rendimiento es lo único que garantiza la titularidad en el Real Madrid. Xabi Alonso quiere que todos sus futbolistas sientan la presión competitiva y no se acomoden, independientemente de su trayectoria o importancia en el pasado reciente.

Camavinga, que ha demostrado madurez y compromiso en cada etapa, seguramente asumirá esta decisión como un reto personal. El francés sabe que cuenta con la plena confianza de su entrenador y que, más pronto que tarde, volverá a ser protagonista en el once inicial. Mientras tanto, su descanso puede convertirse en una oportunidad para demostrar que su ausencia pesa, y que su figura es vital en los planes de futuro del Real Madrid.