Federico Valverde, como capitán, pide paciencia, pero el vestuario empieza a estar molesto con Xabi Alonso
Valverde intenta mantener la calma, pero el vestuario ya duda del rumbo del proyecto
Federico Valverde, uno de los capitanes del Real Madrid y voz autorizada dentro del vestuario, ha salido a pedir calma. El uruguayo, respetado por su carácter y compromiso, ha intentado rebajar la tensión interna y apelar a la paciencia con Xabi Alonso, consciente de que la situación empieza a generar nerviosismo en el grupo. “Hay que confiar en el proceso”, ha dicho puertas adentro. Pero lo cierto es que el discurso de Valverde no ha logrado apagar las crecientes dudas.
El vestuario blanco comienza a impacientarse. Muchos futbolistas consideran que el equipo “no juega a nada” y que la propuesta de Xabi Alonso, más allá de la posesión, carece de profundidad e ideas. A ello se suma una sensación generalizada de injusticia: la llamada “clase media” del equipo —jugadores que entrenan bien y reclaman más minutos— no tiene oportunidades, mientras que los “intocables” siguen siendo titulares, hagan lo que hagan. “Aquí hay jugadores que juegan por decreto”, habría comentado un miembro del plantel, reflejando la frustración que recorre Valdebebas.
Falta de meritocracia y dudas sobre la gestión de Xabi Alonso
El problema no es solo táctico, sino también de gestión de grupo. Varios futbolistas sienten que el técnico no logra mantener la cohesión interna ni gestionar los egos de un vestuario plagado de estrellas. Según fuentes cercanas, la meritocracia brilla por su ausencia y los jugadores perciben que las decisiones no se toman en función del rendimiento, sino del nombre o del historial de cada uno. Esta dinámica ha erosionado la confianza hacia el entrenador.

A ello se suma el bajo nivel físico que el equipo ha mostrado en los grandes partidos. Ante rivales de primer nivel —PSG, Liverpool o Atlético de Madrid—, el Real Madrid ha dado la sensación de llegar un paso por detrás en intensidad, algo que los propios jugadores achacan a la preparación física diseñada por el cuerpo técnico.
Valverde pide paciencia ante un vestuario que pierde la fe
Valverde, en su papel de capitán, insiste en que “no se puede juzgar a Xabi Alonso tan pronto”, pero sabe que el ambiente se complica. La plantilla empieza a preguntarse si el entrenador tiene realmente un plan claro, si su mensaje cala y si los métodos actuales sirven para competir con los grandes de Europa. La paciencia que pide Valverde tiene fecha de caducidad: los resultados deberán llegar pronto o la confianza en el proyecto se evaporará del todo.