El AC Milan intenta llevarse a un sueño de Zinedine Zidane

El AC Milan ha comenzado la temporada de manera ilusionante, con tres victorias en tres encuentros disputados. Es decir, tal y como la acabaron, pues hicieron un gran final de curso, que les valió para regresar a la Europa League, competición en la que parten, sobre el papel, como uno de los grandes favoritos. Y esperan, bien por esa vía, o por la de la Serie A, regresar a la Champions League, que ya hace mucho tiempo que no disputan.

Han retenido a sus pilares, como Alessio Romagnoli, Zlatan Ibrahimovic, Theo Hernández, Ante Rebic o Gianluigi Donnarumma. Y a ellos, le han sumado varios refuerzos interesantes para Stefano Pioli, como Brahim Díaz, que está rindiendo a un gran nivel, Sandro Tonali o Diogo Dalot. Pero esperan dar un golpe importante en el próximo mercado invernal, para seguir compitiendo en la zona alta de la tabla. Y tienen nombre y apellidos: Nabil Fekir.

Ya trataron de convencerle en su momento, cuando todavía era jugador del Olympique de Lyon. Pero, en ese entonces, ni el futbolista tenía intención de ir a San Siro, ni su escuadra le dejaba salir por menos de 80 millones de euros. Y, las vueltas que da la vida, acabó poco tiempo después en el Real Betis Balompié, por cuatro veces menos dinero. Allí, ha regresado a su mejor nivel, y ha dejado auténticas exhibiciones en La Liga Santander.

De nuevo es un fijo en las convocatorias de Didier Deschamps para la selección francesa, y ha logrado estar de nuevo en los planes de grandes clubes. Entre ellos, el Real Madrid, por petición expresa de un Zinedine Zidane que no ha ocultado que se le hace la boca agua al verle jugar. Y su precio, ni mucho menos, es una locura, ya que en el Benito Villamarín estarían dispuestos a abrirle las puertas de salida si reciben unos 60 ‘kilos’ a cambio.

Desde Milán tratarán de convencerle, y se intentarán llevar a Fekir como sea. El astro galo, por su parte, de momento se concentra en su actual club, que es líder en el campeonato doméstico, por sorpresa.

Y promete dar de que hablar.