¡Lo sabemos todo! Cristiano Ronaldo al descubierto, Florentino alucina

¡Lo sabemos todo! Cristiano Ronaldo al descubierto, Florentino alucina

El portugués echa de menos su vida en Madrid y prepara su vuelta

Cristiano Ronaldo siempre es noticia. Lo era antes más en el campo cuando marcaba goles todos los días. El portugués es un devorador de redes. En el Madrid aún echan de menos su voracidad y su tenacidad a la hora de acabar con rivales y encontrar la portería. Cristiano aún echa de menos sus años en el Madrid y como era todo mucho más fácil. Fuera del Madrid siempre hacen frío.

Cristiano echa de menos Madrid, su vida allí, sus amigos, la tranquilidad de saber que era la estrella del equipo. Echa de menos hasta a la prensa de España. Pero sabe que ya no puede volver. A sus problemas con el equipo blanco y con el presidente, aunque sigan insistiendo en que son muy buenos amigos, se unen sus problemas con el fisco español. Pagó la multa, pero siempre quedará la mancha y cualquier movimiento en España puede complicarle el futuro.

El de Madeira vive en una de las zonas más lujosas de Turín. A las afueras de la ciudad y con la tranquilidad del que vive con todo ganado. Pero con la mala conciencia de su mal año y la preocupación que siente al saber que poco a poco su cuerpo se va apagando y su carrera llega a su fin.

Su vecina, hija de un mítico jugador Juventino de los años 30, Farfallino Borel, ha desvelado como es la vida del astro portugués. Sus rutinas y sus días en familia. Dice que los puede ver siempre tranquilos, que nunca han hecho fiestas y que a Georgina le ayuda una chica con las niñas pequeñas. A Cristiano le ve con sus coches, casi siempre con el Rolls-Royce, ir a entrenar todas las mañanas y volver por las tardes.

Al pequeño Cristiano Junior le ve siempre solo. “Podría presentarle a mis nietos, pero no parece que el padre quiera. El pequeño sube y baja con el monopatín en la carretera privada de la urbanización. Florentino alucina con la vida de Cristiano en Turín. NO sabía que se aburría tanto. 

Cristiano Ronaldo es el vecino perfecto. Sin ruidos, educado y siempre discreto. El vecino perfecto que echa de menos Madrid y el Bernabéu. En Turín hace demasiado frío. No lo vio venir.