Buckingham confirma una expulsión destacada del funeral de Carlos III

A Carlos III no le hace ninguna gracia que Harry se presente en su funeral

Buckingham confirma una expulsión destacada del funeral de Carlos III

A pesar de que hace ya cinco años que la relación entre el Príncipe Harry y Carlos III está en un punto crítico, la realidad es que a lo largo de estas últimas semanas todo ha empeorado de forma especialmente grave. Y es que por culpa de unas muy desafortunadas declaraciones por parte de Harry, al referirse al estado de salud de su padre, ha sido que Carlos III ha optado por retirarle la palabra y bloquear cualquier posibilidad de que vuelva a formar parte de la Casa Real.

Según revelan fuentes cercanas a la Casa Real de Gran Bretaña, a Carlos III le pareció que su hijo lo traicionaba cuando, sin necesidad de hacerlo, contó toda la verdad sobre su estado de salud. Pues, en palabras para la BBC dejó entrever que su padre se está muriendo y que si quiere volver a Reino Unido es por su voluntad de acompañar a su padre en sus últimos tiempos de vida. Algo que no sentó bien a Carlos III, que ha llevado su enfermedad con mucho secretismo.

Harry

Las palabras de Harry traerán consecuencias

Ante esta realidad, la decisión de Carlos III ha sido muy clara y contundente. El monarca inglés no se plantea perdonar a su hijo menor, al que acusa de traicionar a su familia y a la Casa Real. Situación que habría desencadenado en la expulsión del Duque de Sussex del supuesto entierro de Carlos III. Pues, el Rey de Inglaterra no está por la labor de permitir que su hijo, al que considera un traidor, pueda verlo en sus últimos momentos.

Con este enfrentamiento entre padre e hijo se evidencia que las cosas estaban ya en un punto muy crítico dentro de Buckingham. Y es que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Pues, después de haber hecho todo tipo de declaraciones sobre su familia, Harry ha acabado provocando que su padre se harte y le niegue el acceso a Buckingham y a su posible entierro.

Así pues, salvo que Guillermo de Gales o Kate Middleton sean capaces de mediar, todo apunta a que Carlos III se ha cerrado en banda y se niega a perdonar al Príncipe Harry, que no parece que vaya a ser capaz de volver a su hogar.