Compañeros de San Javier viven con pánico las crisis de Leonor

El ambiente en San Javier se vuelve cada vez más delicado

Compañeros de San Javier viven con pánico las crisis de Leonor

En la Academia General del Aire de San Javier, el clima se ha vuelto complicado. Quienes comparten formación con la princesa Leonor aseguran que la joven lo está pasando realmente mal. Lo de volar no es lo suyo. A pesar de su esfuerzo, los simuladores se han convertido en su peor pesadilla. No logra aterrizar el avión con precisión, y eso la frustra profundamente.

Al principio, sus compañeros trataban de animarla. Sabían que la presión sobre ella era enorme y que debía demostrar más que nadie. Pero con el paso de las semanas, la situación se ha vuelto incómoda. Cuando algo no sale bien, Leonor pierde los nervios. Se enfada, levanta la voz y, en más de una ocasión, ha soltado palabrotas que sorprenden a todos. Algunos intentan restarle importancia, pero otros confiesan que las crisis de la princesa generan auténtico pánico en el grupo. Uno de sus instructores reconoce que Leonor tiene carácter y determinación, pero también una sensibilidad que juega en su contra. En un entorno tan exigente, las emociones no tienen demasiado espacio, y eso la está afectando.

Leonor

La presión de ser perfecta

No es fácil ser Leonor. A sus 20 años, la heredera del trono español vive bajo la lupa constante. Cualquier gesto, error o palabra suya se analiza al detalle. En San Javier, lejos de la comodidad del Palacio, se enfrenta por primera vez a una disciplina militar dura y sin concesiones.

Sus compañeros la respetan, pero también sienten el peso de su presencia. Saben que no es una alumna más. Cualquier altercado, cualquier gesto de frustración, puede convertirse en noticia y eso los pone nerviosos. Algunos incluso confiesan que prefieren mantenerse al margen cuando notan que el ambiente se tensa, para evitar verse involucrados en sus momentos más difíciles.

Aun así, muchos reconocen que la princesa no se rinde. Tras cada crisis, vuelve a intentarlo. Llega antes a clase, repite maniobras, pide ayuda. Tal vez volar no sea su pasión, pero su empeño demuestra que no piensa rendirse. Aunque el ambiente sea tenso y las crisis asusten a más de uno, Leonor sigue luchando por encontrar su equilibrio… también en el aire.