De ser la candidata para casarse con Felipe VI a vivir un infierno por las drogas
El vínculo entre la Tatiana de Liechtenstein y Felipe VI, nunca se concretó.
Tatiana de Liechtenstein, una figura que alguna vez fue considerada como una posible reina consorte de España, ha visto su vida marcada por los estragos de las adicciones, tanto propias como familiares. Hija del príncipe Hans Adam II de Liechtenstein, Tatiana, ahora alejada de la vida pública, enfrentó una serie de desafíos personales que cambiaron drásticamente su destino.
En los años 90, su nombre sonó como uno de los favoritos para un posible matrimonio con el entonces príncipe Felipe de Borbón, hoy Felipe VI. De cuna noble, educada en prestigiosas instituciones y poseedora de una belleza clásica, encarnaba el perfil perfecto para unirse al heredero del trono español. Sin embargo, el vínculo nunca se concretó. Años después, el Príncipe de Asturias se casaría con Letizia Ortiz, rompiendo las expectativas de un enlace estrictamente aristocrático.
Un romance de ensueño que nunca fue
Durante su juventud, Tatiana fue considerada una de las solteras más codiciadas de la realeza europea. Con una educación en prestigiosas instituciones y un linaje impecable, encajaba perfectamente en los requisitos para convertirse en reina consorte de España. La prensa rosa de la época se hizo eco de los rumores que la vinculaban con Felipe, destacando que la familia Borbón veía con buenos ojos esta posible unión que reforzaría los lazos entre dos dinastías reales.
Sin embargo, el romance entre el actual rey y Tatiana nunca se materializó. Aunque las razones exactas nunca se confirmaron, se rumorea que las diferencias de intereses y la fuerte presión mediática influyeron en la decisión del entonces heredero. Felipe acabaría casándose años después con Letizia Ortiz, una periodista de origen plebeyo, rompiendo con las expectativas tradicionales de las monarquías europeas.
El hermano de Tatiana adicto a las drogas
Mientras tanto, la vida de Tatiana tomaba rumbos inesperados. Su hermano, el príncipe Wenzel de Liechtenstein, sufrió una trágica adicción a las drogas que terminó en su fallecimiento. Wenzel había caído en el abuso de pastillas y otras sustancias, una lucha que fue un secreto a voces dentro de la realeza europea. Su muerte impactó profundamente a Tatiana, quien ya enfrentaba sus propios problemas de salud mental y adicción.
La tragedia familiar pareció ser el punto de quiebre para Tatiana. Según fuentes cercanas, su relación con las drogas comenzó como una vía de escape ante la presión social y la pérdida de su hermano, pero rápidamente se convirtió en un ciclo destructivo que la alejó de los círculos reales y la expuso a un entorno más sombrío. Aunque nunca se han revelado oficialmente los detalles de su batalla, su aislamiento de la vida pública ha sido interpretado como un intento de protegerse de los escándalos y las críticas.
Hoy en día, se sabe poco sobre Tatiana. Algunos rumores sugieren que después de ser una de las candidatas de Felipe VI, decidió llevar una vida tranquila lejos del foco mediático, intentando reconstruir su salud y estabilidad emocional. Mientras tanto, su historia sirve como un recordatorio de que detrás de los títulos y privilegios hay seres humanos con luchas internas y vulnerabilidades.