Felipe VI reúne a sus dos hermanas en Zarzuela para decidir la última voluntad de Juan Carlos I
El emérito ya ha trasladado como quiere que sea su final
El estado de salud de Juan Carlos I comienza a ser crítico y motivo de seria preocupación en el seno de la Casa Real. Hecho que ha llevado a Felipe VI y a sus dos hermanas, Elena y Cristina, a reunirse para decidir qué camino deben seguir, ahora que se acerca el final de la vida, tanto de la Reina Sofía como de Juan Carlos I. Una serie de decisiones que tendrán que estar muy bien meditadas, ya que habrá, no solo que evitar problemas para Zarzuela, sino que también se deberían de respetar los últimos deseos de ambos.
En este sentido, el principal deseo de Juan Carlos I, no es otro que el de poder volver a España y poner fin, tras más de cuatro años, a su exilio en Abu Dabi. Pues, si hay algo que entristece al emérito, más allá de su incapacidad para moverse libremente, es que no pueda vivir en España. Algo que, más pronto que tarde va a suceder, pues la Casa Real no se puede permitir que Juan Carlos acabe falleciendo en Abu Dabi.
Juan Carlos I, quiere un entierro con honores
Además, más allá del regreso del emérito a España, que es algo que ya está más que hablado internamente y que se presenta como algo inevitable, Felipe VI ya ha comenzado a imaginarse como debería ser la ceremonia de entierro de su padre, para la cual, ambos tiene visiones completamente diferentes.

La realidad es que, por la cabeza de Juan Carlos I no pasa otra opción que, una vez fallezca, España celebre un entierro imponente en su honor. El emérito se ve a la altura de Isabel II y no quiere que su entierro sea para menos. Quiere un funeral de Estado y que su cuerpo sea enterrado en El Escorial, junto a sus predecesores. Un deseo que, por problemas logísticos, parece completamente imposible.
Felipe quiere algo más modesto
Por su parte, Felipe VI visualiza el entierro de su padre, como una celebración mucho más modesta y similar a la de Constantino de Grecia. No quiere grandes masas ni que se genere demasiado revuelo alrededor del fallecimiento del emérito. Además, tampoco ve viable la posibilidad de que sea enterrado en El Escorial, donde no hay lugar para un cuerpo más.
Así pues, todavía falta bastante para que Felipe VI y sus hermanas tomen una decisión final sobre la última voluntad de su padre, un Juan Carlos I que sueña con un funeral de Estado a la altura de Isabel II o de su padre.