Froilán ha necesitado ingresar en la clínica privada a la que van los ricos con problemas
Las malas costumbres de Froilán han preocupado a Juan Carlos I
En Zarzuela hace años que han tirado la toalla con Froilán de Marichalar. Tanto Felipe VI como Letizia consideran que su sobrino es un caso perdido y que lo mejor es tenerlo lo más lejos posible de Zarzuela y de Leonor y la infanta Sofía. En este sentido, el hijo de la infanta Elena se ha convertido en un dolor de cabeza constante por culpa de un estilo de vida realmente perjudicial y en el que abundan los escándalos provocados por las fiestas y el consumo excesivo de alcohol, lo que lo ha llevado a responder en varias ocasiones delante de la policía.
Los constantes problemas de Froilán, acabaron provocando que Felipe VI tomara la decisión más contundente posible y lo castigó enviándolo a vivir a Abu Dabi junto a su abuelo. Los Reyes no querían que siguiera causando problemas y optaron por enviarlo lo más lejos posible, en un país donde el alcohol y las fiestas brillan por su ausencia.
Sin embargo, tal y como han desvelado personas cercanas a Juan Carlos I, el emérito no piensa dejar tirado a su nieto favorito. De hecho considera que Froilán está cometiendo errores de juventud y ya ha confesado a la infanta Elena que ayudará tanto como haga falta a su nieto mayor. Una ayuda que pasa por el ingreso a una clínica privada de desintoxicación.
Juan Carlos I quiere a un nieto sano y feliz
El emérito es consciente de que Froilán no puede seguir con las malas costumbres de siempre. Es cuestión de tiempo que uno de esos problemas en los que se mete por culpa del alcohol lo lleve a un callejón sin salida. Juan Carlos I sabe que la noche es peligrosa y no quiere que su nieto corra más riesgos. Por este motivo le propuso acudir a un centro de desintoxicación donde, además de quitarlo del alcohol, también velarían su estado físico, que es tan o más preocupante que el vicio de la bebida.
De este modo, lejos de hacer como Felipe VI y Letizia, Juan Carlos I ha tomado la decisión de ponerse a disposición de su nieto y de pagarle el ingreso a la Clínica Buchinger Wilhelmi en Marbella, donde también se están tratando otras personas muy ricas y con problemas similares a los de Froilán. Sin embargo, es un misterio si el nieto de Juan Carlos I ha aceptado ser ingresado.