Juan Carlos I se somete a un tratamiento con testosterona para mantener relaciones de cama

Para mantener relaciones con más de 5.000 mujeres, Juan Carlos I necesitó tratamiento médico

Juan Carlos I se somete a un tratamiento con testosterona para mantener relaciones de cama

Si hay algo que todo el mundo conoce sobre la vida de Juan Carlos I, es su afición a las mujeres. El emérito ha sido considerado por todos, un galán de manual. De hecho, como señalan personas muy cercanas a Zarzuela, se le llegan a atribuir más de 5.000 amantes. Una cifra que no hace más que destacar el desmedido vigor y deseo sexual del emérito. Una condición que algunos han llegado a catalogar de patológica. Y es que no había momento en el que Juan Carlos I no quisiera estar compartiendo cama con una mujer.

En este sentido, el paso del tiempo no ha sido impedimento para Juan Carlos I que a su avanzada edad seguía dando muestras de querer mantener relaciones de cama con sus miles de amantes. Sin embargo, si hay algo inapelable, son los efectos de la edad en el cuerpo de cualquier hombre. Lo que acabó afectando a la virilidad del emérito que optó por poner remedio a sus problemas.

Ante esta situación, tal y como asegura el coronel retirado Amadeo Martínez Inglés, el emérito ha tenido que recurrir a “medicamentos indispensables para el jolgorio y el espasmo sexual”. Es decir, que Juan Carlos I ha recurrido a terapias de testosterona para mantener su desempeño sexual y así poder seguir disfrutando de lo que más ha disfrutado a lo largo de su vida. Estar acompañado de mujeres.

Juan Carlos

Juan Carlos mantenía sus vicios en Abu Dabi

A pesar de que nunca ha sido una persona afectada por las drogas o cualquier otro tipo de sustancia, la realidad es que Juan Carlos siempre ha sido preso de su gran vicio. Las mujeres. Esta situación lo acabó llevando a mantener sus relaciones de cama aún y estando lejos de España. De hecho, según el mismo Amadeo Martínez Inglés, Juan Carlos I no dudó a la hora de contactar con varias mujeres para poder mantenerse sexualmente activo durante su estancia en Abu Dabi, donde siguió dando rienda suelta a su sexualidad. 

Así pues, para paliar los efectos de la edad y mantener su capacidad sexual, Juan Carlos I se sometió a tratamiento con testosterona. Una decisión que el emérito tomó para poder seguir disfrutando de su gran vicio, sin importar que ya tuviera más de 80 años.