Iñaki Urdangarin está en tratamiento médico en Vitoria desde abril de 2022
Desde su salida de prisión, Iñaki Urdangarin es otra persona

El momento en el que Iñaki Urdangarin ingresó en la prisión de Brieva para estar entre rejas durante más de cinco años, marcó un antes y un después en la vida del que fuera Duque de Palma. Y es que, por culpa de la soledad y de la gran presión que sufrió durante todo el tiempo que estuvo cumpliendo condena, Iñaki Urdangarin fue desarrollando una personalidad completamente diferente a la que tenía cuando estaba en plena libertad. Y es que, a pesar de seguir siendo un rompecorazones, hay otros aspectos en los que los más cercanos a Iñaki aseguran que es una persona muy diferente de la que era cuando entró.
En este sentido, a pesar de que rápidamente fue capaz de rehacer su vida sentimental junto a Ainhoa Armentia, la realidad es que ya era un hombre completamente nuevo. Y no solo en el aspecto amoroso, sino que también en lo emocional. Pues, mientras que cuando fue condenado, Iñaki demostró ser un hombre muy fuerte y frío emocionalmente, al salir era mucho más frágil y con una facilidad pasmosa para romper a llorar, una faceta que nadie en su entorno había visto antes. Lo que comenzó a generar seria preocupación.
Urdangarin sufre un trastorno severo
En este sentido, más allá de cambiar su sensibilidad, hay quienes cuentan que Iñaki Urdangarin comenzó a alejarse paulatinamente de los suyos. Incluyendo los hijos. Pasó a ser un hombre mucho más solitario y aparentaba, muchas veces, cierta desorientación. Hecho que hizo saltar las primeras alarmas e hizo que, en abril de 2022, comenzara a acudir a terapia para tratar de minimizar los efectos de ese trastorno mental que lo lleva afectando desde que salió de prisión.
La devoción religiosa, un obstáculo para el tratamiento de Iñaki
Por otro lado, Iñaki Urdangarin encontró en la religión, su mejor aliada mientras cumplía condena. Hecho que lo llevó a ser una persona especialmente devota y dedicada a la religión. Algo que nunca había sido propio de él y que, según cuentan, ha sido en varias ocasiones, un obstáculo a la hora de encontrar explicaciones al trastorno que le fue diagnosticado hace más de dos años.
Así pues, desde mediados de 2022, Iñaki Urdangarin se encuentra en tratamiento para paliar un trastorno mental severo que lo lleva afectando desde que salió de la cárcel siendo un hombre completamente diferente del que ingresó en la prisión de Brieva.