Iñaki Urdangarin se ha sometido a tratamiento para dejar de ser un infiel crónico

Desde que Iñaki Urdangarin llegó a Zarzuela. En la Casa Real advirtieron a la infanta Cristina de que se trataba de un hombre al que las mujeres le gustaban demasiado. El que fuera jugador del equipo de balonmano del FC Barcelona siempre destacó por su labia y por ser un galán de manual. El que fuera Duque de Palma nunca se echó para atrás a la hora de acostarse con cualquier mujer que le entrara por los ojos. Una mala costumbre que acabó dinamitando su matrimonio con la infanta Cristina, que no pudo soportar tantas infidelidades.

La hija de Juan Carlos I acabó harta de ver como su marido se dedicaba a acostarse con mil y una mujeres a su espalda. Siendo una de ellas Ainhoa Armentia, con la que ha acabado formando una relación seria, pero que, a pesar de todo, se sigue tambaleando por culpa de los errores que Urdangarin cometió a lo largo de su matrimonio pasado con la infanta Cristina.

Ante esta incapacidad para contener su instinto carnal, Iñaki Urdangarin ha acabado tomando la decisión de acudir a un psicólogo para comenzar a ser capaz de controlarse. El que fuera Duque de Palma llegó, incluso, a tirar los tejos a la subdirectora de la prisión de Brieva. Una situación que ejemplifica perfectamente el diagnóstico que le dieron los psicólogos: es un infiel crónico.

Urdangarin se va a tratar por el bien de Ainhoa Armentia

Si hay algo importante en la vida de Iñaki Urdangarin, es su nueva relación con Ainhoa Armentia. El exduque de Palma quiere formar una familia junto a la abogada y está completamente enamorado de ella. De este modo, Iñaki no quiere volver a cometer los errores del pasado y no piensa romperle el corazón al que considera que es el amor de su vida. Es por este motivo que, tal y como asegura el entorno de Urdangarin, habría comenzado a acudir a terapia psicológica para cambiar su infidelidad crónica.

Así pues, por el bien de su relación con Ainhoa Armentia, Iñaki Urdangarin quiere dejar de ser ese hombre infiel que era durante su matrimonio con la infanta Cristina, para ser un hombre de bien y de provecho. Algo que pasa por la terapia psicológica y por aceptar su complicada condición.