La infanta Cristina ingresó en una clínica privada en Suiza especializada en trastornos graves
Los recuerdos del pasado, han dejado muy tocada a la infanta Cristina
El verano siempre ha sido una de las épocas favoritas de la infanta Cristina. La hija de Juan Carlos I disfruta como nadie del sol y del calor del Mediterráneo y disfruta pasando largas temporadas en la costa de Bidart o en Palma de Mallorca, donde tiene acceso a los mejores clubs de la isla. Sin embargo, todo apunta a que este verano no va a ser el más feliz y alegre para una Cristina que se tiene que enfrentar a la llegada de todos los fantasmas y recuerdos del pasado.
En este sentido, tal y como han revelado fuentes cercanas a los Urdangarin, la infanta Cristina ha estado pasando una época realmente mala por culpa de la llegada de los meses de verano. La hija de Don Juan Carlos no esperaba que los recuerdos de su vida pasada con Iñaki Urdangarin la pudieran afectar tanto. Y la realidad es que la han llevado a recaer de unos problemas que ya la obligaron a ser ingresada en una clínica de Suiza.
Cristina tuvo graves problemas desde su divorcio
El proceso de divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin fue muy complicado. La hija de Juan Carlos I consideraba que el exdeportista era el amor de su vida y sigue pensándolo. Lo que la llevó a quedar absolutamente devastada cuando se separaron. Cristina estaba hundida psicológicamente y no levantaba cabeza. Provocando que en muchas ocasiones no llegara a comer y que se pasara largas horas encerrada llorando a lágrima viva.
Esta situación llevó a la infanta Cristina a pasar una larga temporada ingresada o, al menos, acudiendo de forma muy regular, a una clínica psicológica en Suiza donde controlaron su situación y estabilizaron a una Cristina que no era capaz de salir del hoyo en el que se había metido a raíz de su separación. Ahora, a pesar de haber mejorado, sigue teniendo épocas con más bajones emocionales que otras.
El verano complica la vida de Cristina
Y es que con la llegada del calor del verano, a la infanta Cristina le apetece hacer planes y salir a pasar unos días de vacaciones. Sin embargo, no tiene a Iñaki y no se siente cómoda con nadie. Lo que la ha llevado a pasar por un bache que amenaza su estabilidad emocional.