La infanta Cristina prepara a sus hijos para un desenlace fatal confirmado por el equipo médico de Zarzuela

La infanta Cristina se traslada a España para estar más cerca de ella en momentos muy complicados

La infanta Cristina prepara a sus hijos para un desenlace fatal confirmado por el equipo médico de Zarzuela

 

La infanta Cristina siempre ha mostrado una cercanía especial hacia su madre, la reina Sofía, mientras que la infanta Elena ha tenido una relación más estrecha con su padre, el rey Juan Carlos I. Sin embargo, ambas hermanas han estado siempre pendientes del bienestar de sus progenitores. Cuando estalló el escándalo del caso Nóos, fue la reina Sofía quien se volcó en cuidar de su hija Cristina y de sus cuatro nietos, los hijos de los Urdangarin. La infanta Cristina, tras verse apartada de la vida institucional y distanciada de la familia real, se quedó sola en Ginebra, enfrentando una difícil situación con su marido, Iñaki Urdangarin, cumpliendo condena en prisión. A pesar de que Felipe VI intentó disuadir a su madre de visitarlo, la reina Sofía acudió en varias ocasiones a la cárcel para verlo, mostrando su apoyo incondicional a la familia de su hija.

En la actualidad, Cristina pasa más tiempo en España, aunque sigue manteniendo su residencia fiscal en Suiza. Aprovecha cada ocasión para compartir momentos con su madre, quien, a sus más de ochenta años, comienza a experimentar algunos problemas de salud propios de su avanzada edad. Aunque no se trata de nada grave, es evidente que está entrando en una etapa de declive irreversible. Además, la reina Sofía se encuentra emocionalmente afectada por la situación de su hermana, Irene de Grecia.

reina Sofía EFE

La familia se centra en la reina Sofía tras el empeoramiento de Irene de Grecia 

Uno de los golpes más duros que ha recibido la emérita en los últimos años fue la muerte de su hermano, Constantino de Grecia, quien falleció repentinamente debido a un derrame cerebral. Esta pérdida fue un duro golpe para la familia, pero poco tiempo después llegó otra noticia devastadora: Irene de Grecia había sido diagnosticada con Alzheimer. Durante los primeros meses tras conocerse su enfermedad, la Casa Real no intentó ocultar su estado y se la vio en silla de ruedas, con un aspecto desmejorado y una expresión perdida. Sin embargo, desde entonces, ha desaparecido completamente de la vida pública.

Cada vez que la reina Sofía hace una aparición, su tristeza es evidente. Sus hijos han tratado de animarla con diversas actividades para mantener su mente ocupada. La infanta Cristina, por ejemplo, la llevó a ver un partido de balonmano de su hijo Pablo Urdangarin y, después, salieron juntas a tomar algo. En aquella ocasión, la reina Sofía se mostró visiblemente animada y sonriente. Por su parte, Felipe VI ha intentado darle más protagonismo en actos oficiales y compromisos institucionales, siguiendo las recomendaciones de los médicos que la atienden, quienes sugieren mantenerla ocupada para evitar que su estado anímico decaiga.

Conscientes de la fragilidad emocional de su abuela, la infanta Cristina ha pedido a sus hijos, Miguel, Juan, Irene y Pablo, que dediquen tiempo a la reina Sofía para evitar que caiga en una depresión. Siguiendo esta recomendación, los jóvenes Urdangarin se turnan para visitarla en Zarzuela o proponerle planes para distraerla. Cristina ha sido muy clara con ellos: su abuela está profundamente afectada por el deterioro de la salud de Irene de Grecia y teme lo peor. De hecho, la familia se enfrenta a la posibilidad de tomar decisiones difíciles en el futuro.