La infanta Elena lleva una semana fuera de Madrid por el empeoramiento de su padre
Juan Carlos I está pasando unos días muy complicados

Juan Carlos I no está pasando por la etapa más dulce de su vida. El emérito lleva muchos meses arrastrando graves problemas en su cadera que están haciendo muy complicado que lleve un día a día normal. Lejos de ser ese hombre con vitalidad y que disfruta de la vida, el hecho de haberse quedado postrado en una silla de ruedas y que tenga que recibir pinchazos diariamente para paliar el insoportable dolor de su cadera, ha provocado que se sienta como un rey derrotado y absolutamente fracasado. Además de tener que vivir exiliado en Abu Dabi.
Por otro lado, el emérito tiene la suerte de contar con el apoyo incondicional de su hija mayor, la infanta Elena, quien siempre ha destacado por ser la más cercana de los tres hijos que tuvo, en su momento, Juan Carlos I. De este modo, lejos de dejarlo solo y a su suerte, Elena se ha pasado toda la semana lejos de Madrid para estar cerca de su padre, que, ahora más que nunca, necesita sentirse acompañado.
Por si no fuera poco con todos los males que hace tiempo que arrastra Juan Carlos I, ahora está teniendo que hacer frente, no solo a un tratamiento experimental para recuperar la movilidad de su pierna izquierda, sino que también a la pérdida de uno de sus amigos más cercanos, Aga Khan, que ha fallecido a los 88 años. Un golpe más al ya tocado ánimo del emérito.
Elena más cerca de su padre que nunca
Tan dura ha sido la semana para Juan Carlos I que, a pesar de tener varios compromisos importantes, la infanta Elena lo ha dejado todo al lado para trasladarse, primero a Abu Dabi y posteriormente a Ginebra para estar cerca de su padre. De hecho, Elena se perderá, este sábado, la boda de sus primos griegos por estar con su padre, un gesto que nadie más en toda la familia ha tenido con el emérito. Especialmente ahora, que es cuando más necesita que estén a su lado.
Así pues, ante el momento crítico que atraviesa Juan Carlos I, la infanta Elena ha decidido viajar hasta Abu Dabi y a Ginebra para estar cerca de su padre. Y es que, entre los problemas físicos y el fallecimiento de Aga Khan, que era como un hermano para el emérito, lo han dejado muy tocado.