La infanta Elena, muy dura con su hermano en el 87 aniversario de la reina Sofía
Una celebración familiar que destapa tensiones y reproches entre los hermanos
El 87 cumpleaños de la reina Sofía, celebrado de forma discreta, ha dejado al descubierto el profundo distanciamiento dentro de la familia real. La ausencia de Leonor y Sofía en el encuentro familiar y la frialdad entre los hermanos han sido el reflejo de un momento complicado.
Según diversas fuentes, la infanta Elena habría mostrado una gran firmeza con su hermano, el rey Felipe VI. Le habría pedido que actúe con autoridad, que ejerza como monarca y, sobre todo, que proteja a la familia frente a las divisiones internas. Un mensaje claro, directo y sin rodeos.
Elena, muy unida a su padre, no oculta su malestar por la distancia que se ha generado en torno al rey emérito. Cree que las decisiones de Felipe, y la influencia de la reina Letizia, están dañando la imagen y la unidad familiar. Froilán, Victoria Federica, e incluso sus propios padres, los Marichalar, se sienten apartados de los grandes acontecimientos de la Casa Real.

El peso de las ausencias y el enfado del rey
Elena no es la única que mantiene esta postura. La infanta Cristina también apoya a su hermana y ambas siguen mostrando afecto y respaldo al rey Juan Carlos. Esta cercanía ha abierto aún más la brecha con Felipe, quien vive con creciente incomodidad las últimas polémicas.
La entrevista de su padre en Le Figaro habría sido el detonante de un nuevo malestar. En Zarzuela no gustó nada el tono ni las declaraciones, y muchos lo interpretan como un aviso de lo que podría venir. Un “aperitivo”, dicen, de un posible enfrentamiento más abierto entre el emérito y su hijo.
El cumpleaños de la reina Sofía, que debería haber sido un momento de unión, terminó siendo un símbolo del desencuentro. La ausencia de las nietas, la falta de fotos familiares y los gestos fríos dejaron claro que la tensión sigue creciendo.
La infanta Elena, fiel al estilo directo que siempre la ha caracterizado, habría dicho lo que muchos callan. En el 87 aniversario de su madre, la familia real volvió a mostrar su lado más humano: el de los reproches, las distancias y el dolor de una familia rota por dentro.