Un hijo de la infanta Cristina prometió no hablar con Letizia nunca más si no pedía perdón a su padre

Viejas rencillas mantienen la distancia dentro de la familia real

Un hijo de la infanta Cristina prometió no hablar con Letizia nunca más si no pedía perdón a su padre

Juan Urdangarin, el hijo mayor de la infanta Cristina, ha decidido marcar un límite claro con la familia real. Hace dos años no asistió al 18 cumpleaños de su prima Leonor y, desde entonces, apenas pisa Zarzuela. Su relación con Felipe y Letizia es prácticamente nula. Juan siente que ambos traicionaron a su padre, Iñaki Urdangarin, y no tiene intención de mantener contacto mientras no haya un gesto de reconocimiento público.

La vida de Juan no ha sido fácil. Creció bajo el escrutinio de los medios y el peso de los problemas judiciales de su padre. Su adolescencia estuvo marcada por insultos en la escuela y miradas de reprobación en la calle. Incluso tuvo que mudarse a otros países, dejando atrás amigos y la normalidad que cualquier joven merece, según ha informado El Nacional. Hoy, todavía acude al psicólogo de forma regular para procesar esos años difíciles. Juan se ha convertido en el más consciente del daño que ha sufrido su familia y, por eso, prefiere distanciarse antes que fingir cercanía.

Juan Urdangarin

Ultimátum y silencio

El pasado 31 de octubre, Leonor cumplió 20 años y se celebró en la Zarzuela. Todo se hizo bajo estrictas normas de secretismo: sin móviles, sin fotos oficiales y con invitados limitados. La ausencia de los hijos de la infanta Cristina, especialmente Juan y Pablo, llamó la atención. Aunque se justificaron con compromisos profesionales, la realidad es que no tenían eventos ineludibles. Juan decidió no acudir porque no quería formar parte de un entorno que, según él, traicionó a su padre.

Su postura es firme. Juan ha dejado claro que no hablará con Letizia mientras no se haga un reconocimiento público hacia Iñaki. Incluso ha enviado un mensaje contundente a su abuelo y a su tío: el daño causado no se borra y, si no se reconoce, el silencio continuará. No se trata de un capricho; es una decisión basada en años de dolor y de sentir que la justicia no siempre ha sido justa con su familia. En su mente, la única forma de restablecer un mínimo de confianza es con palabras claras, públicas y sinceras. Mientras tanto, Juan prefiere protegerse y mantenerse al margen.