La infanta Elena tiene dos caras, ha echado a más de diez empleados de Zarzuela, es antipática y fría

De puertas hacia dentro, Elena es una persona muy diferente

La infanta Elena tiene dos caras, ha echado a más de diez empleados de Zarzuela, es antipática y fría

A lo largo de su vida, la infanta Elena se ha esforzado mucho a la hora de crearse una imagen que la haga parecer una persona cercana a los demás, agradable y como siempre han dicho de su padre, campechana. En este sentido, de puertas hacia fuera, Elena sí que ha sido capaz de transmitir todo lo que ha querido. Sin embargo, tal y como ha revelado Pilar Eyre, la hija mayor de Juan Carlos I es una mujer completamente diferente cuando las cámaras no están grabando y no hay nadie viendo su comportamiento.

En este sentido, gracias a las revelaciones de Pilar Eyre y a lo publicado por David Rocasolano, a la infanta Elena se la puede definir como una persona “fría, estática y que no habla nunca”. Además, la periodista también añade que es una mujer especialmente antipática a la hora de relacionarse con los demás. Es decir, que nada de esa faceta campechana que quiere transmitir. Más bien todo lo contrario.

Esta situación ha hecho que no sean pocas las personas que han quedado amargamente sorprendidas por la actitud de la infanta Elena en privado. Pues, cuando hay algo que no le gusta no trata de esconder su disgusto con un carácter agrio y caracterizado por no perdonar ni un solo fallo en su día a día. Y es que en Zarzuela ya saben que con la hija de Juan Carlos I no hay lugar al error.

Elena

La infanta Elena no tolera el más mínimo error

Y es que, por si fuera poco con sus actitudes cambiantes según le convenga, la infanta Elena también se ha hartado de despedir gente de Zarzuela. Tal y como revelan personas cercanas a Casa Real, la hija mayor de Juan Carlos I llegó a echar a diez trabajadores de Zarzuela por no hacer las labores a la perfección. Una actitud calcada a la de la Reina Sofía, ya que no toleran el más mínimo fallo o imperfección.

Así pues, lejos de ser la mujer cercana, amable y campechana, la infanta Elena es muy diferente en privado. Pues, tiene una cara oculta que la convierte en una persona un tanto desagradable para aquellos que no la conocen.