Leonor ha sido amonestada en Elcano por una escapada nocturna en Montevideo
Leonor y sus amigos aprovechan cada escala que hacen por América del Sur

Después de varias semanas navegando por el océano Atlántico, el buque escuela Juan Sebastián Elcano llegó a las costas de Brasil para poner el punto y final a la primera parte de su travesía por alta mar. En este sentido, después de muchos días y noches encerrados en su camarote sin poder disfrutar de la noche, Leonor y sus amigos aprovechan al máximo cada noche que pasan en tierra firme, disfrutando de la noche, primero de Brasil y después de Uruguay. Concretamente en Montevideo, donde la Princesa y sus amigos han acabado siendo amonestados por las autoridades de Elcano.
Leonor siempre ha disfrutado mucho de la vida nocturna. La hija de los Reyes de España se acostumbró a pasar más tiempo por la noche de Pontevedra y de Zaragoza que estudiando en su piso. Algo que nunca acabó de gustar a sus padres, que llevan años tratando de reconducir el rumbo de una Leonor que siempre que sale acaba muy perjudicada por los efectos del alcohol y por el ánimo de la fiesta que generalmente la lleva a saltarse varias normas.
Unas normas que, ahora que se encuentra en una aventura dirigida por la Armada, son mucho más estrictas. De hecho, Leonor ya no tiene la libertad de volver a casa una vez sale el sol. Ahora, por orden directa de sus oficiales, los tripulantes de Elcano no pueden volver más tarde de cierta hora a bordo del buque. Una norma que Leonor y sus amigos no acataron.
Los oficiales ven a la Leonor como la más rebelde
La realidad es que la Princesa de Asturias se ha convertido en uno de los tripulantes con más sanciones y amonestaciones de todos. Y es que, lejos de seguir a rajatabla todo lo que le dicen los oficiales a bordo, Leonor ha optado, en reiteradas ocasiones, por tomar decisiones a su aire y sin atender a las normas impuestas por sus superiores, lo que la ha llevado a recibir fuertes reprimendas y amonestaciones por parte de los capitanes de la embarcación.
Así pues, tras llegar a Montevideo, la Princesa Leonor y sus amigos fueron amonestados por sus superiores, después de que llegaran más tarde de la hora estipulada después de salir de noche por la capital de Uruguay. Algo que molestó mucho a los oficiales, que se vieron obligados a intervenir con mano dura.