Letizia interrumpió el embarazado de semanas porque el padre no era Felipe VI
Las infidelidades de Letizia acabaron llegando demasiado lejos
Hace ya muchos meses que se está hablando mucho sobre el verdadero estado del matrimonio entre Felipe VI y la Reina Letizia. Y es que después de todo tipo de rumores sobre las infidelidades por parte de la consorte, no son pocas las informaciones que apuntan a que los Reyes de España han llegado a un acuerdo para poner fin a su convivencia y así dejar de ser un matrimonio normal y corriente para pasar a ser un mero equipo de trabajo cuya única unión son los intereses mutuos a la hora de mantener cierta estabilidad en la Casa Real.
En este sentido, uno de los principales causantes de la ruptura entre Felipe VI y Letizia, fueron las constantes infidelidades por parte de la consorte con Jaime del Burgo. De hecho, según cuenta Laura Rodríguez, en el año 2012, la periodista estaba decidida en abandonar España y su posición en la Casa Real, para mudarse hasta Nueva York junto a su amante y su hijo que estaba en camino. Un plan que nunca prosperó y acabó generando un fuerte rencor en Del Burgo.
Y es que, lejos de dejarlo todo por su gran amor, Letizia acabó tomando la decisión menos arriesgada y asumió las consecuencias de haber engañado a su marido y haber quedado embarazada en el proceso. Lo que, según Laura Rodríguez, llevó a Zarzuela a obligar a que Letizia se sometiera a un proceso de aborto para evitar el nacimiento de un niño que no fuera hijo de Felipe VI.
Letizia abandonó al amor de su vida por sus intereses personales
La realidad es que la razón principal por la que Letizia se casó con Felipe VI no fue otra que sus ansias de dinero y poder. La periodista veía en su relación con el hijo de Juan Carlos I, la posibilidad de convertirse en la mujer más influyente del país y fuer para adelante sin ningún miedo. Lo que la llevó a romper más de un corazón por el camino y a dejar atrás al amor de su vida, Jaime del Burgo, con tal de seguir adelante con su matrimonio con Felipe VI, el cual es toda una farsa.
Así pues, fruto de su relación extramatrimonial con Jaime del Burgo, fue que Letizia acabó embarazada y obligada a abortar para evitar el nacimiento de un hijo que no fuera de Felipe VI.