Zarzuela empieza a estar preocupada por las malas compañías de Juan Carlos I
Juan Carlos I podría revelar secretos oscuros de su pasado
En Zarzuela saben que el paso del tiempo no le está sentando nada bien a Juan Carlos I. El emérito no solo está comenzando a acusar los problemas físicos provocados por las dolencias constantes en su cadera y piernas, sino que a sus 87 años ya no es el hombre perspicaz que acostumbraba a ser de joven. De hecho, es una persona con muy poca vitalidad y que le cuesta afrontar con una sonrisa el día a día. Y es que, por muchos que sean los lujos que tenga, Juan Carlos I se siente solo y abandonado en Abu Dabi, donde es infeliz.
Por otro lado, más allá de las piernas o de la depresión que hace meses que atraviesa, las personas más cercanas a Juan Carlos I han detectado un importante y preocupante deterioro en sus capacidades cognitivas. De hecho, no es de extrañar cuando no se acuerda de un antiguo o se olvida de las cosas más básicas del día a día. La edad está haciendo mella en la mente del emérito.
Ante esta situación, fuentes cercanas a la Casa Real afirman que Felipe VI se está comenzando a preocupar seriamente por lo que pueda llegar a hacer su padre. Es por este motivo que, por orden directa suya, todas las comunicaciones de Juan Carlos I están intervenidas. En Zarzuela quieren saber en todo momento de qué habla y con quién habla el emérito. Un procedimiento dedicado a evitar que, sin querer, confiese algún escándalo escondido en Zarzuela.

Felipe VI duda de las compañías de su padre
La delicada situación psicológica de Juan Carlos I hace que pueda no darse cuenta de la gravedad de la cuenta. Además, teniendo en cuenta que en Zarzuela todavía se guardan secretos de lo más oscuro de España, si al emérito se le acerca la persona adecuada, podría lograr que le contara secretos verdaderamente turbios y con la capacidad de poner patas arriba la estabilidad de la Casa Real.
Además, las amistades de Juan Carlos I nunca destacaron por ser las más sanas del mundo. Más bien todo lo contrario. El emérito siempre se ha juntado con personalidades de lo más controvertidas y a las que conviene tener lo más lejos posible de Zarzuela.
Así pues, Felipe VI tiene verdadero pánico a las personas que se puedan acercar a su padre en Abu Dabi, por lo que ya ha ordenado a los escoltas de Juan Carlos I, que controlen bien las visitas que tiene el emérito en su día a día.