Zarzuela interrumpió el embarazo de Letizia porque Felipe VI no era el padre

La relación entre Felipe VI y la Reina Letizia ha demostrado ser toda una pantomima orquestada desde Zarzuela para asegurar la descendencia y la continuidad de los Borbón en el trono de España. En este sentido, hace ya varios años que circulan rumores sobre una supuesta ruptura en la vida familiar de Letizia y Felipe, los cuales, llevan mucho tiempo viviendo por separado aparentando normalidad de cara al público por el interés mutuo que tienen en mantener vivo su matrimonio. Sin embargo, la realidad es que esa relación de pareja ha estado llena de engaños y de problemas.

La realidad es que después de ver como Juan Carlos I le prohibió casarse con Eva Sannum e Isabel Sartorius, el entonces Príncipe Felipe necesitaba encontrar a una mujer que quisiera casarse con él y, posteriormente tener hijos, de cara a asegurar la continuidad de los Borbón en la Casa Real. Fue a raíz de esta situación, que Felipe VI acabó conociendo a la entonces directora y presentadora de los informativos, una Letizia que estaba más que decidida a dejarlo todo para poder convertirse en Reina y disfrutar de todos los beneficios que conlleva, solamente a cambio de darle hijos a Felipe.

Un matrimonio interesado y muy complicado

Sin embargo, a pesar de estar soltera cuando conoció a Felipe, la realidad es que en la cabeza de Letizia siempre hubo un hombre por delante de su marido. Y es que, como confirmó él mismo, Jaime del Burgo fue la perdición de Letizia que, tras estar unos años junto a Felipe, acabó cayendo en la tentación y le fue infiel a su marido con Jaime del Burgo.

Fue a raíz de dicha relación extramatrimonial que, según han revelado Laura Rodríguez y Enrique de Diego, que Letizia se quedó embarazada por tercera vez. Un embarazo que no gustó nada a Felipe VI, quien, bajo ningún concepto iba a permitir el nacimiento de un tercer hijo que no fuera suyo. Hecho que provocó que desde Zarzuela ordenaran el aborto de Letizia.

Así pues, el tercer embarazo de Letizia supuso un duro golpe para su relación matrimonial con Felipe VI quien se negó a aceptar el nacimiento de un niño o una niña que no fuera suyo y mucho menos le iba a dar los privilegios propios de la Casa Real a alguien engendrado mediante una infidelidad con Jaime del Burgo.