Mucho ojo, comprar un coche chino como el MG ZS puede salir muy caro

El mercado de segunda mano los penaliza

Mucho ojo, comprar un coche chino como el MG ZS puede salir muy caro

Las marcas chinas han llegado para quedarse y en segmentos como el C (el de los SUV medianos) ocupan posiciones de liderazgo con vehículos como el MG ZS, que en su nueva generación tiene muy poco que envidiar a modelos europeos comparables. Hay, sin embargo, dos problemas: no funcionan bien en el mercado de segunda mano y son difíciles de reparar, porque no hay recambios disponibles y existen pocos servicios oficiales.

MG

Desvalorización

Como consecuencia  de lo segundo, se produce además otros efectso indeseados que complican la vida a los dueños de este tipo de coches: las aseguradoras no los miran con buenos ojos y las primas son más altas que las de coches europeos comparables. Y es normal, porque nadie quiere asegurar un coche muy caro o complicado de reparar.

El mercado de segunda mano, que no es ajeno a estas circunstancias, penaliza también a estos vehículos y, así modelos de MG o BYD con menos de tres años de antigüedad acaban devaluándose hasta 10.000 euros en muchos casos.

BYD

¿Qué hacen las marcas?

La situación es la que es: vender bien un Dacia Duster en el mercado de segunda mano es mucho más sencillo que vender a un precio aceptable un MG ZS o un Byd Atto 3, que puede llegar a depreciarse en un año hasta 5.000 euros. MG, BYD y el resto de marcas chinas deben cambiar las opiniones muy asentadas que existen sobre la calidad a largo plazo de sus productos y el servicio post venta que ofrecen.

Mientras eso no se solucione, coches como el MG5 seguirán perdiendo porcentajes de en torno al 20% por año. Y eso, para un coche de esa categoría, es muy difícil de aceptar. El desafío ahí está: habrá que ver quien lo asume y, sobre todo, quien lo supera. Sea como fuere, las marcas chinas tienen un problema que, muy probablemente, sólo se solucionará cuando su estrategia de ofrecer más a cambio de menos (vender a precios bajos) varíe y sigan la senda que, por ejemplo, está encarando ya desde hace algunos años Dacia, que lucha para dejar de ser vista sólo como una marca lowcost. MG ya está en ello con productos como el todoterreno que prepara.