Flick deja fuera del equipo a Dani Olmo
Flick toma una decisión drástica con el canterano de Terrassa

El técnico del Barcelona, Hansi Flick, ha decidido prescindir de Dani Olmo en sus planes más inmediatos. A pesar de haber invertido cerca de 60 millones de euros en su fichaje y las expectativas creadas en torno a su perfil ofensivo, Flick busca reestructurar el equipo, priorizando un sistema más dinámico, veloz y adaptado a sus principios táctico. En este contexto, Olmo, con sus periodos de inconsistencia física y su rol pensado para el mediapunta o falso ‘9’, ha pasado a un segundo plano.
La situación es especialmente delicada. Flick viene dispuesto a recuperar frescura en la delantera e incluso apunta a que Robert Lewandowski participe menos en algunas fases, apostando por jugadores más jóvenes y móviles. En este nuevo plan ofensivo, el foco está puesto en reforzar el extremo izquierdo, Nico Williams figura clave, y recolocar a Raphinha como mediapunta, relegando a Olmo al papel de alternativa táctica más que de protagonista habitual. A su vez, Ferran Torres se perfila como opción real para ocupar el centro si Lewandowski necesita descanso.
Un golpe para Olmo: falso nueve y presión en la plantilla
El papel de Dani Olmo como falso nueve había sido probado con éxito en partidos como contra el Valladolid o el Betis, donde ofreció dos asistencias, pero Flick busca ahora continuidad y adaptabilidad. Aunque el técnico valora la inteligencia táctica y versatilidad del egarense, el peso político de su fichaje y las lesiones intermitentes han jugado en su contra.
Ahora, entiende que su perfil encaja mejor en un rol de transición, pero no como alternativa ofensiva principal. El entrenador considera que el desarrollo del equipo pasa por un ataque más compacto y móvil, con roles bien definidos, extremos que presionen, medias puntas que generen espacios y un pivote ofensivo (Lewandowski/Ferran) que conecte con los jóvenes de banda. En ese modelo, Olmo deberá ganarse el puesto combatido desde el banco.
Olmo en la cuerda floja
Dani Olmo vive un momento de incertidumbre. Del tridente esperado pasó a ser una pieza más en el engranaje táctico que Flick está construyendo. Su futuro inmediato dependerá de dos factores: su capacidad para asumir un rol secundario sin desmotivarse y crecer en un esquema donde la movilidad y polivalencia son exigencias absolutas, no complementos.
No está descartado que Flick lo utilice en momentos concretos, pero la continuidad no está garantizada. Si Olmo no encaja a corto plazo, podríamos ver cómo su protagonismo se reduce aún más, en una plantilla repleta de figuras ofensivas, jóvenes energéticos y una idea nueva que deja poco espacio para guiones antiguos. El aviso está dado: adaptarse o desaparecer.