Alarma Lewandowski en Montjuic: Pedri, Gundogan y De Jong quieren ocultarlo pero es demoledor

Alarma Lewandowski en Montjuic: Pedri, Gundogan y De Jong quieren ocultarlo pero es demoledor

El nueve polaco genera ya dudas en can Barça y la alternativa tardará en llegar

Robert Lewandowski, como el resto del Barça, se mostró inoperante ante el Getafe de José Bordalás en el estreno culé en LaLiga en el Alfonso Pérez, donde los azulgranas ya se dejaron dos puntos ante el Real Madrid, que sí cumplió en San Mamés. El problema con el polaco, más allá de sus números, son las sensaciones, que no son buenas, lo cual, a su edad, puede generar un problema en Montjuic y eso toca de cerca la salda de máquinas, con Pedri, Gundogan y De Jong a los mandos. Es un hecho, al Barça le cuesta que su máximo crack participe del juego del equipo.

Vaya por delante que en can Barça consideran lo de Getafe un accidente que van a solucionar en casa (esta temporada, en el Estadio Olímpico de Montjuic) ante el Cádiz, un rival más que propicio, ahora bien, lo cierto es que al nueve se le ve desconectado del fútbol que practican los tres cracks de la medular (ayer con Oriol Romeu de coche escoba) e incluso con menos mordiente en lo suyo, el remate. Lo del genial futbolista polaco y el Barça es, en principio, un mal pasajero, aunque recurrente que puede convertirse en un serio contratiempo: tiene pocas porque el Barça no juega a dárselas y por momentos no parece ser lo que necesita el equipo.

No descubrimos la pólvora aludiendo al precio que ha pagado a nivel ofensivo el Barça con la pérdida de un extremo como Ousmane Dembélé, capaz de romper defensas y encontrar al nueve incluso ganando línea de fondo. Y eso ya no está. Raphinha no es ese jugador y aunque el Barça si tiene futbolistas capaces de ello -Abde, Ferran Torres, Lamal-, su conexión con Lewandowski por 
ahora no se ha encontrado. Y los números de un jugador de 34 años se resistenten.

A la estrella culé no le favorece el fútbol de asociación por dentro, que no termina de adherirse a él, sino más bien el juego directo y los centros laterales. Pero no solo eso, en los partidos más exigentes sus números y sus síntomas de desconexión son más evidentes. La campaña pasada hizo grandes números, con 33 goles en 46 partidos, pero rara vez apareció cuando el equipo lo necesitaba, en los grandes escenarios. Ayer, con el marcador igualado, era uno de esos días para surgir como elemento superlativo, de crack, y de nuevo el Barça no encontró la forma de enlazar con su estrella. Y Lewandowski tampoco halló la manera de mostrarse propicio al planteamiento culé. Si ante el Cádiz no hay gol (y participación en el juego) habrá problemas, de esos que Mateu Alemany y Xavi no pueden ya solucionar en el mercado; veremos si Pedri, Gundogan y De Jong lo consiguen sobre le césped... Al menos hasta la llegada de Vitor Roque.