Luis Enrique no se hablaba con Messi, no se podían ni ver, lo mismo que Xabi Alonso con Vinícius
Del distanciamiento Luis Enrique–Messi al pulso Xabi Alonso–Vinícius
La relación rota entre Luis Enrique y Leo Messi en el FC Barcelona sigue siendo uno de los episodios más recordados del vestuario azulgrana y ahora muchos la comparan con la tensión actual entre Xabi Alonso y Vinícius Júnior en el Real Madrid.
Según la información publicada por Sport, en ambos casos se repite un patrón: dos liderazgos fuertes que colisionan, dos visiones distintas dentro de un mismo vestuario y un clima que va deteriorándose hasta niveles insostenibles.
Luis Enrique y Messi: dos temporadas exitosas y una relación imposible
Luis Enrique y Messi coincidieron especialmente en las temporadas 2014-15 y 2015-16, años marcados por éxitos rotundos. En ese periodo lograron un triplete histórico (Liga, Copa y Champions) y después sumaron más títulos domésticos que consolidaron uno de los ciclos más brillantes de la etapa moderna del Barça.

Pero, pese a la brillantez del juego y los resultados, su relación personal se tensó, tal y como se publicó repetidamente en aquel momento. El famoso episodio del entrenamiento tras las vacaciones de enero de 2015 —cuando el técnico y el argentino tuvieron un choque directo— marcó un antes y un después. Aunque el equipo mantuvo el rumbo y levantó títulos, la convivencia entre ambos quedó prácticamente rota, al punto de que varios medios sostuvieron que ya no había comunicación fluida entre ellos.
Xabi Alonso y Vinícius: un nuevo frente en el vestuario blanco
La comparación que señala Sport no es casual. En el Real Madrid, el clima entre Xabi Alonso y Vinícius vive un momento delicado. El brasileño se siente llamado a ser la gran estrella del proyecto, como lo fue bajo Carlo Ancelotti, quien lo arropaba y potenciaba como líder ofensivo. Pero Alonso maneja una línea más estricta y equilibrada en el reparto de galones, algo que Vinícius no termina de aceptar.

El episodio que encendió definitivamente la mecha ocurrió en el Clásico, cuando Xabi lo sustituyó en el minuto 80 con el Madrid ganando 2–1. Desde entonces, según diversas informaciones, la relación se ha enfriado: reproches, miradas tensas y una dinámica que recuerda demasiado al precedente Luis Enrique–Messi. La historia demuestra que los títulos pueden convivir con tensiones internas, pero no siempre las curan. En el Madrid, el pulso sigue abierto.