Xabi Alonso será destituido después del Real Madrid-Alavés, relevo listo
Alonso contra las cuerdas, sentencia en Mendizorroza
El futuro de Xabi Alonso en el banquillo del Real Madrid pende de un hilo. En el club asumen que la mala dinámica de resultados y, sobre todo, el pobre rendimiento futbolístico ha colocado al técnico tolosarra en la diana. El duelo de este sábado ante el Alavés en Mendizorroza aparece marcado en rojo, y también el posterior compromiso copero frente al FC Talavera en Copa del Rey. Después de uno de esos dos partidos se producirá la destitución, salvo giro inesperado.
El Madrid de Xabi no fluye. Falta fútbol, continuidad en el juego y respuestas desde el banquillo. Las decisiones tácticas no han convencido, el centro del campo no domina y el equipo vive de acciones aisladas. En los despachos se considera que el proyecto se ha estancado antes de despegar, y Florentino Pérez ya trabaja en el relevo.
Un final anunciado por el juego
Más allá de los marcadores, lo que más preocupa es la sensación de equipo sin identidad. El Madrid no presiona bien, no manda con balón y sufre demasiado en transiciones defensivas. Futbolistas clave han bajado su rendimiento y el vestuario empieza a mostrar signos de desconexión. Xabi Alonso, que llegó con la etiqueta de entrenador moderno y dominador, no ha logrado trasladar su idea al césped.

En Valdebebas creen que prolongar la situación solo empeoraría el escenario. Por eso, la decisión está tomada y solo falta el momento adecuado para ejecutarla sin incendiar aún más el entorno.
Un interino y un tapado de renombre
A diferencia de otras crisis, ni Álvaro Arbeloa ni Santiago Solari serán simples bomberos de urgencia. La idea es que uno de los dos asuma el cargo de forma temporal, con algo más de margen, mientras el club espera el OK definitivo de un técnico de primer nivel.

Zinedine Zidane y Jürgen Klopp han sonado con fuerza, pero en las últimas horas ha emergido una opción que gana peso: Joachim Löw. El exseleccionador alemán aportaría orden táctico, mayor control del juego y una apuesta clara por la posesión estructurada, con extremos abiertos y un mediocentro dominante. Un cambio de rumbo total para un Madrid que busca, otra vez, reencontrarse con su fútbol.