A Mary Donaldson ya no le importa que Federico X le sea infiel, y lo está siendo diariamente
Los Reyes de Dinamarca llevan vidas separadas y solo aparentan normalidad
A pesar de haber sacado un comunicado asegurando que hay absoluta normalidad y respeto en su vida matrimonial, la realidad es que entre Mary Donaldson y Federico X de Dinamarca no existe una especial armonía. De hecho, lo único que comparten es un documento que acredita su matrimonio, a pesar de llevar vidas absolutamente separadas y sin contacto.
Las infidelidades de Federico llevaron a la ruina una vida de pareja que, hasta hace poco más de un año iba sobre ruedas. Sin embargo, el tiempo y la verdad se llevaron por delante un matrimonio del que ahora solo queda interés mutuo y en el que, ahora bajo la permisividad de ambos, reinan las infidelidades y las relaciones extramatrimoniales.
Mary, conforme con la nueva vida de Federico X
Siendo plenamente consciente de que un divorcio era lo que menos les convenía a ambos, fuentes cercanas a Mary Donaldson han confirmado que la australiana ha aceptado llevar una vida absolutamente alejada de su marido, con absoluta libertad en todos los aspectos, menos en la vida pública, donde aparentan una normalidad inexistente.
Y es que, según hemos podido saber, Mary ya no da importancia alguna a las constantes infidelidades por parte de Federico de Dinamarca, que, diariamente está recibiendo visitas de sus amantes, en su mansión particular, donde ya no reside una Mary Donaldson que hace oídos sordos a todas las relaciones extramatrimoniales de su marido, que ha aprovechado al máximo la carta blanca que tiene a la hora de recibir visitas de sus amantes. Y es que, si hay límites en la vida pública, en la privada ambos tendrían plena libertad para hacer y deshacer a su antojo.
Mary Donaldson ha priorizado su tranquilidad
Ante esta situación, Mary ha optado por priorizar una vida tranquila alejada de los flashes y de las portadas a cambio de mantener un matrimonio absolutamente ficticio sobre el que descansa una Casa Real que necesita estabilidad. Algo que el acuerdo matrimonial sí que le puede dar.
Así pues, con una Mary Donaldson a la que ya no le importa que Federico de Dinamarca le sea infiel, el Rey danés estaría aprovechando al máximo su situación al recibir visitas prácticamente diarias de sus amantes.