Camilla Parker Bowles fue cazada bebiendo vino y fumando, a espaldas de Carlos III
La Reina Camilla se niega a cambiar de costumbres

A pesar de que recientemente ha sido Carlos III el que más ha preocupado en Buckingham por sus problemas de salud, Camilla Parker Bowles tampoco está como para tirar cohetes. La reina consorte lleva más de medio año luchando contra una infección de pecho, cuyos efectos siguen provocando complicaciones en el día a día de Camilla, que tiene una tos que asusta y problemas para conciliar el sueño en la noche. Todos estos problemas están haciendo que los médicos se preocupen. Y es que si no mejora, la vida de la consorte podría comenzar a peligrar de verdad.
En este sentido, tal y como han informado medios de Gran Bretaña, el principal impedimento para la mejora de Camilla Parker Bowles no es otro que ella misma. Las costumbres de la Reina consorte están muy lejos de ser las adecuadas para una persona de 77 años con problemas pulmonares. Camilla bebe vino de forma diaria e incluso llega a fumar cigarrillos de vez en cuando, lo que está absolutamente contraindicado por parte de su equipo médico.
Hasta tal punto llegó la situación, que el equipo médico de Buckingham trasladó a Carlos III y a Guillermo de Gales su preocupación por la mala vida que lleva Camilla. Sin embargo, por mucho que se hayan esforzado en limitar el consumo de alcohol y tabaco por parte de la consorte, siempre acaba encontrando la forma de superar el límite impuesto por los médicos. Lo que está acabando poco a poco con la vida de la esposa de Carlos III.
Los empleados de Buckingham alucinan con Camilla
Tal y como han revelado algunos miembros del personal de Buckingham, Camilla Parker Bowles llega a consumir cantidades absolutamente ingentes de vino. La Reina suele beber y fumar a escondidas. Sin embargo, no han sido pocas las ocasiones en las que ha sido cazada por parte de uno de sus trabajadores, los cuales tienen la orden de trasladarlo inmediatamente a Carlos III.
Así pues, a pesar de que sus médicos y su marido le han pedido que deje de fumar y beber, Camilla Parker Bowles sigue empeñada en mantener sus malos vicios. Algo que, a la larga, está haciendo imposible que se recupere por completo de la infección de pecho que contrajo a mediados de 2024 y, de paso, pone en grave riesgo su vida.