Froilán ingresó en una clínica Suiza para ricos con problemas

Cuando Felipe VI llegó al trono de España, puros el foco de forma clara hacia aquellas personalidades más disonantes y problemáticas de Zarzuela. El Rey de España no quería saber nada ni de Juan Carlos I ni de su sobrino Froilán. En este sentido, para evitar que ambos siguieran causando problemas para la Casa Real, Felipe VI tomó la decisión de echar de España a los dos. Una decisión que, si bien sirvió para evitar que salieran a la luz más escándalos, no fue suficiente para acabar con los problemas del emérito y de Froilán. Pues, a pesar de estar en Abu Dabi, ambos siguen sin ser las personas más estables del mundo.

Ante esta situación, mientras que ha sido la salud, la encargada de hacer que Juan Carlos I dejara de cometer los errores de siempre, no ha habido nada que haya puesto un freno en el errático ritmo de vida de Froilán de Marichalar. El hijo de la infanta Elena hace años que arrastra un serio problema con las fiestas y con la bebida, una mala costumbre que ya le costó más de un disgusto en Madrid y para el que necesita un tratamiento urgente.

Froilán no está nada bien de salud

Tras años de una dieta desequilibrada y con mil y una malas costumbres, Froilán arrastra problemas serios de salud. Esta situación no gusta nada a Juan Carlos I, que, según han revelado fuentes cercanas, ha convencido a su nieto favorito, de ser internado en la clínica Buchinger, donde Froilán trabajaría para desintoxicar su cuerpo y recuperar una forma física que hace años que es pésima.

Por otro lado, a pesar de que podría ser internado en Marbella, en Zarzuela han optado por llevar a Froilán hasta la clínica Buchinger de Suiza, donde esperan que pueda pasar desapercibido y donde desde Casa Real esperan que reconduzca una vida que ha estado siguiendo un camino excesivamente errático.

Así pues, gracias a la insistencia de Juan Carlos I ha sido que Froilán de Marichalar ha acabado aceptando la ayuda terapéutica para poder cambiar unos hábitos de vida que no son nada saludables para él. Y es que hace ya demasiados años que el hijo de la infanta Elena se ha estado centrando más en la fiesta y en sus vicios antes que en su propio bienestar físico y mental.