La infanta Elena pide a su hermano el perdón por el diagnóstico médico que está consumiendo a papá

Los problemas de salud de Juan Carlos I están comenzando a consumir la energía del emérito. Su nueva vida en Abu Dabi se está comenzado a convertir en un auténtico martirio para el padre de Felipe VI, que llegó a Emiratos Árabes para vivir a cuerpo de rey, pero que, por culpa de los problemas de cadera, el emérito ha acabado postrado en una silla de ruedas y ha comenzado a desarrollar una serie de problemas psicológicos ciertamente graves y preocupantes para Zarzuela, pues no son pocos los que se temen lo peor.

En este sentido, más allá de los evidentes problemas de movilidad que están lastrando la calidad de vida del que fuera Rey de España, es la sensación de ser un monarca absolutamente derrotado, lo que está consumiendo por dentro a Juan Carlos I. Pues, a pesar de tener todo tipo de lujos en su mansión de Abu Dabi, la realidad es que el emérito se siente exageradamente solo y abandonado por los suyos, a pesar de que Elena y Cristina lo visitan con cierta asiduidad.

Elena pide a Felipe VI que reconsidere el exilio de su padre

Hace ya cuatro años y medio que Juan Carlos I comenzó su nueva vida en Abu Dabi. Un cambio radical que vino obligado por su hijo, Felipe VI, que determinó que lo mejor por el bien de la Casa Real era que el emérito dejara de vivir, al menos por un tiempo, en España, donde no paraban de aparecer escándalos relacionados con sus amantes y el origen de su fortuna valorada en unos 1.800 millones de euros.

Sin embargo, después de mucho tiempo, a Juan Carlos la vida en Oriente Medio se le está comenzando a hacer cuesta arriba, algo de lo que la infanta Elena es muy consciente. Es por este motivo que ya ha transmitido a su hermano que debería comenzar a plantearse la posibilidad de perdonar a su padre, pues, si sigue viviendo lejos de España, sus problemas psicológicos seguirán haciendo mella en su salud general.

Así pues, ante el crítico momento que atraviesa Juan Carlos I, la infanta Elena ha pedido expresamente a su hermano, Felipe VI, que se plantee la posibilidad de perdonar al emérito para que pueda volver a residir en España, pues de lo contrario, el final podría acabar siendo absolutamente dramático.