La infanta Sofía no ha querido estudiar en Madrid para no tener que vivir con Letizia en Zarzuela
Una decisión personal que marca distancia con Zarzuela
La infanta Sofía acaba de cerrar una etapa importante. Tras terminar el bachillerato internacional en el UWC Atlantic College de Gales, vuelve a España con las ideas más claras. O, al menos, con una certeza: no quiere regresar a Zarzuela. No quiere convivir de nuevo con su madre, la reina Letizia.
En Gales, Sofía vivió con libertad. Por primera vez. Sin protocolos, sin control, sin los horarios rígidos y las normas estrictas de Palacio. Allí pudo decidir por sí misma. Hizo amistades fuera del entorno real. Se sintió normal y eso, para alguien que ha crecido bajo un foco constante, lo cambia todo.
Por eso, cuando se le ofrecieron dos opciones para su futuro inmediato, ninguna le encajó. Ni seguir la carrera militar, como su hermana Leonor. Ni quedarse en Madrid para estudiar en la universidad. Ambas rutas la devolvían a lo mismo: al control, al encierro, al estilo de vida que Letizia impone en casa. Y Sofía ha dicho que no.

Letizia, el principal obstáculo
En el Pabellón del Príncipe, la residencia de los reyes dentro de Zarzuela, Letizia mantiene un régimen casi militar. Todo está regulado: la comida, los horarios, el ejercicio, incluso el acceso a la televisión o el móvil. Una vida que puede ser asfixiante, especialmente para una joven que ha probado la independencia.
Sofía no quiere más de eso. No quiere volver a sentirse vigilada. Letizia, perfeccionista y exigente, no entiende esta postura. Cree que su hija se está desviando del camino marcado. Pero Felipe VI, más empático, comprende las razones de su hija pequeña. Él también vivió una juventud marcada por el deber y sabe lo que pesa.
Por ahora, Sofía tiene claro su próximo paso: estudiar fuera de España. Estados Unidos está entre sus opciones favoritas. Universidades como Columbia o Georgetown le ofrecen prestigio, pero también distancia. Y eso es justo lo que busca. Quiere estudiar, sí. Pero también quiere vivir. Y vivir, para ella, significa no volver a estar bajo el mismo techo que Letizia. Ni bajo sus reglas, ni en Zarzuela. Quiere construir su propio camino, lejos de imposiciones y del papel que otros han decidido para ella.