Leonor tiene órdenes de sus padres de no contestar las llamadas ni mensajes del abuelo

Leonor mantiene la distancia con su abuelo por decisión de sus padres

Leonor tiene órdenes de sus padres de no contestar las llamadas ni mensajes del abuelo

La princesa Leonor vive bajo la estricta protección de su madre, la reina Letizia. Desde hace años, Letizia se ha encargado de limitar el contacto de su hija con la familia paterna. Ni primos, ni tías, ni abuelos forman parte de la vida diaria de la heredera. Todo parece estar diseñado para mantenerla alejada de los escándalos que han marcado a los Borbón.

Se cree que Felipe VI no interviene. Algunos lo describen como un “calzonazos” que permite que Letizia tome las decisiones importantes en la educación y entorno de la princesa. La reina busca proteger a Leonor y su futuro reinado. Quiere que crezca con independencia de los errores del pasado, especialmente los de su abuelo, Juan Carlos I. La joven aprende así a navegar un mundo de realeza con límites muy claros.

Letizia parece convencida de que mantener a Leonor alejada de los Borbón es la mejor estrategia. Los expertos en protocolo real afirman que esta distancia también protege la imagen de la corona española. Cada llamada o mensaje que llega del abuelo es, por tanto, ignorada. La princesa sigue órdenes estrictas: no contestar, no acercarse, no involucrarse. Para Leonor, esta decisión familiar se ha vuelto rutina.

Juan Carlos I

Juan Carlos y la pérdida de contacto con su nieta

El rey emérito, Juan Carlos I, ha perdido contacto con Leonor desde hace años. Sus intentos de acercamiento se han topado con un muro. La princesa no atiende llamadas ni responde mensajes. Para muchos, esta situación es dolorosa. Juan Carlos ha expresado en ocasiones que le gustaría disfrutar de la relación con sus nietos. Ahora, con la edad, siente la necesidad de recuperar el tiempo perdido.

Sin embargo, la familia real mantiene firme la distancia. La prioridad sigue siendo la protección de Leonor y su educación en un entorno controlado. Para la joven, el contacto con el abuelo se ha convertido en algo lejano y remoto. Los que conocen la situación aseguran que esta separación no es por falta de cariño, sino por estrategia familiar y de imagen.

La realidad es que Leonor crece sin conocer de cerca a su abuelo. Y mientras Juan Carlos añora esos momentos que nunca llegan, la princesa continúa su formación y vida diaria rodeada únicamente de sus padres y los límites que ellos han marcado. Para la corona, cada decisión se toma pensando en el futuro de Leonor, aunque eso implique sacrificios emocionales en el presente.